Una clamorosa ovación en pie ha recibido la actriz Meryl Streep al recoger la Palma de oro de Honor en el Festival de Cannes, en una emocionante ceremonia de apertura que ha arrancado por igual lágrimas y aplausos.
“Este
premio es único en el mundo del cine y estoy muy honrada de recibirlo”, ha expresado la laureada actriz
estadounidense, de 64 años, desde el escenario del Gran Teatro Lumière y junto
a la intérprete francesa Juliette Binoche, que ha sido la encargada de hacerle
entrega del galardón.
Streep,
que ha ganado tres veces el Oscar y tiene una cifra récord de 21 nominaciones,
ya había sido premiada por el prestigioso festival de la Costa Azul francesa 35
años atrás, cuando se coronó como mejor actriz por Un grito en la oscuridad (1988).
En aquel
momento, ha recordado, tenía ya tres hijos y se acercaba a los 40 años, con lo
que pensaba -admitió- que su carrera se acercaba a su final. “No era una
expectativa poco realista en la época, era una previsión razonable”, ha dicho.
Pero con una carrera que incluye títulos
emblemáticos de la historia del cine como Memorias de África, Los puentes de Madison y La decisión de Sophie, Streep ha
desafiado todos los presagios.
“Estoy
muy agradecida de que no se hayan hartado de mi cara”, ha bromeado la actriz,
nacida en 1949 en Basking Ridge (New Jersey, Estados Unidos), arrancando
carcajadas a todo un auditorio vestido de gala.
El humor de Meryl Streep y su capacidad para, pese a su
gran talento, no tomarse demasiado en serio a sí misma han sido algunos de los
rasgos que ha destacado Juliette Binoche al entregarle la Palma de de Honor.
Pero
sobre todo, Binoche ha resaltado la importancia de Streep para todas las
mujeres del séptimo arte. “Has cambiado nuestra forma de ver a las
mujeres en el mundo del cine y nos has dado una nueva imagen de nosotras
mismas”, ha expresado entre lágrimas y mientras muchas otras figuras
presentes en la sala, como la realizadora y actriz Greta Gerwig, también
lloraban.
La actriz de Kramer contra Kramer, vestida de elegante blanco satinado, ha
acogido con elegancia las alabanzas y aplausos, bajando apenas la mirada, algo
sonrojada por los elogios. Lo mismo había hecho con la larga ovación inicial
mientras en el Gran Teatro Lumière sonaba el Mamma mia, el tema de Abba que ya la había acompañado al
cruzar la alfombra roja de la Croisette.
Streep,
por su parte, se ha acordado en la gala de su agente, de su estilista durante
más de medio siglo y de unas palabras que siempre le decía su madre: “Cariño,
ya verás, todo pasa tan rápido”. “Y lo ha hecho, excepto por mis discursos que
son siempre un poco largos”, ha bromeado nuevamente.
Con esta gala, la edición 77 del Festival de
Cannes ha quedado inicialmente inaugurada y ha dado paso a la
primera proyección del certamen, la comedia francesa Le Deuxième Acte, dirigida por
Quentin Dupieux y protagonizada por Léa Seydoux, Vincent Lindon, Louis Garrel y
Raphaël Quenard.
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