Dominicana ocupa el primer puesto en materia de embarazo adolescente en Latinoamérica. Un vergonzoso liderazgo que encierra a nuestras niñas en un círculo vicioso de discriminación, marginalidad y pobreza y que nos condena irremediablemente al fracaso como sociedad.
Ramona es la solidaria mirada con la que
Victoria Linares Villegas visibiliza el problema. Que este documental haya sido
escogido para debutar en una de las secciones paralelas del Festival de Berlín
es un aval de su calidad cinematográfica. La premisa es simple: Camila Santana,
una de nuestras actrices más talentosas (Hotel Coppelia, Sol en el agua), debe
crear el personaje de Ramona, una adolescente embarazada, para un filme de
ficción, pero no se siente con el conocimiento de las herramientas que necesita
para construirlo apropiadamente.
Advertimos
la complejidad, cuando Santana, en su investigación de campo, a la que
asistimos (junto a la cámara de Linares Villegas) en calidad de testigos
privilegiados, nos lleva a conocer la realidad de muchas de nuestras menores de
edad embarazadas.
Ese viaje
es como descender al infierno de Dante, pero sin asumir posturas morales: conocer
de primera mano la dulce pero dolorosa verdad. Linares y Santana logran una
extraordinaria empatía con sus entrevistadas y su tragedia común: son niñas a
las cuales un embarazo les ha arrebatado cualquier posibilidad de romper el
círculo que las ahoga desde tiempos inmemoriales.
La
deserción escolar es apenas uno de los efectos de esta pandemia. Por supuesto, es
mucho más difícil aprenderse el Teorema de Pitágoras con un bebé en el vientre
que se alimenta de las energías que necesita una estudiante cualquiera para no
dormirse en el aula. Para no hablar de los cambios físicos y mentales que
implica cualquier embarazo.
El embarazo
adolescente es un problema que perpetúa un patriarcado que explota y desecha la
materia prima de su propio futuro. Y parecería una maldición bíblica: una niña
de 15 años da a luz otra niña que sale embarazada a sus 15 años y la convierte
en abuela, con solo 30 años. Eso es una bomba de tiempo para nuestra sociedad.
Por
supuesto, nuestras niñas han contado con la indiferencia (y hasta la complicidad)
de todas las autoridades de Salud Pública y Educación (y otros ministerios
inútiles), las que por décadas han repetido su fórmula exitosa: cruzarse de
brazos ante la situación. La Educación Sexual (con mayúsculas, y preservativos
incluidos) sigue siendo una asignatura pendiente de todos mientras el problema
crece. No hay otra palabra que califique mejor su desempeño: incompetencia,
todos han reprobado esa materia.
Vuelvo a Ramona.
Camila Santana se pasea por Gualey, cerveza en mano (como arma de reglamento),
desafiante y, ya en personaje, se entrega al varón que baila una buena bachata
de Luis Segura. Santana tiene la posibilidad maravillosa de volver en sí, que
la razón controle el nivel de desenfreno caribeño, romper la cuarta pared y
volver a su zona de confort. Nuestras adolescentes embarazadas, no.
Al igual
que en Lo que se hereda, su filme anterior, Linares hace uso de un curioso
recurso de recreación: ficciona la realidad en forma de ensayo y logra el
milagro de cautivarnos con la posibilidad de ver a las adolescentes embarazadas
representándose a sí mismas (al fin y al cabo, todas son Ramona), en el
artificio de un set cinematográfico. Un set donde solo la tragedia es verdad,
donde todo lo otro es mentira.
Y
maravillarnos con planos fellinescos como el reflejo del moderno teleférico en
el agua contaminada del río, o de varias embarazadas que se bañan en ese mismo
río contaminado, a quienes esta sociedad ve como si fueran vacas y no
precisamente sagradas, porque ni siquiera tienen un espacio que puedan reclamar
como propio.
Cedo la
palabra a una de nuestras niñas madres. Para sobrellevar su inverosímil
realidad, “hay que tener cojones”. Punto y aparte.
Por suerte,
una cineasta como Linares siempre puede tomarse una licencia poética y
emprender con sus personajes un escape hacia Montecristi, para participar en el
casting de una película. Sí ombe, ¡se vale soñar con Jobilús!
Ramona
(2023). Dirección: Victoria Linares Villegas; Guion: Diego Cepeda, Victoria
Linares Villegas; Fotografía: Jaime Guerra; Edición: Melisa Miranda; Música:
Oscar Chabebe; Elenco: Camila Santana, Yanibel Alcántara, Lesly Aybar, Estrellita
Ynoa.
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