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jueves, septiembre 14, 2023

“Croma Kid”: el color de la nostalgia de Pablo Chea.

“Toda época pasada fue mejor” reza un popular sofisma. Al margen de su rigor filosófico, creemos en su significado porque, siempre de acuerdo a nuestra nostalgia, todo era de oro: los años “dorados” del merengue, de nuestra infancia, de la burbuja mágica en que vivíamos y la magia de cualquier programa de televisión que nos transportaba a otros mundos. Nuestros padres eran superhéroes que resolvían cualquier problema y los días pasaban mientras cosechábamos curiosidades.

Croma Kid, debut como realizador de Pablo Chea, es el inventario de los colores de los años ochenta de acuerdo a la mirada de este director, hijo de Claudio Chea, uno de los maestros de la dirección de fotografía en Dominicana. Pablo ya ha construido un nombre por sí mismo como director, guionista y, sobre todo, brillante editor de filmes como: Cuarencena, El Blanco, La fiera y la fiesta y Bantú Mama y en cada frame del filme, se respira un guiño autobiográfico.

Para los que se preguntan por el título, croma es el nombre genérico que recibe el truco cinematográfico que consiste en rodar frente a una pantalla monocromática (habitualmente verde o azul) y luego sustituir esa imagen por una postal de cualquier ciudad del mundo, el espacio sideral o algún efecto visual que funciona como carnada hipnótica para el espectador. El “Croma Kid Show” es el programa televisivo que producen Daniela, Brandon y Lito, padres y abuelo de Emi, el auténtico protagonista de nuestra historia.

Para Emi, como para cualquier preadolescente, tener unos padres que visten inapropiadamente para cualquier ocasión y se dedican al mundo de la magia en un programa de televisión que nadie ve, es motivo de vergüenza absoluta. Su amor por ellos no se discute, ni que sean una familia funcional atravesando una crisis económica, es solo que Emi no quiere pertenecer a ese mundo plagado de incertidumbres.

Esta es la razón de su negativa a colaborar de alguna manera con la producción de los trucos de magia para el “Croma Kid Show”. Pero “hijo de gatos caza ratones” y la adolescencia no es más que llenarnos de preguntas en torno a cómo funcionan las cosas. Y nada detendrá a Emi en su afán por conocer cada secreto de la cámara, de las luces, de la edición, de los trucos para volver a creer que la familia puede volver a estar completa y unida.

Chea y su magnífico equipo de trabajo reconstruyen con detalles muy precisos la estética ochentera en Dominicana: entre merengues de Wilfrido, un equipo Betacam de ¾ que era la tecnología de punta de ese entonces, con esa furgoneta que cargaba todos los equipos e indumentarias necesarias, todas las esperanzas, toda la gente portadora de ganas de echar pa’lante. O esa casita de colores y arquitectura caribeña que está a punto de perderse por una hipoteca. Las calles no eran la jungla del más fuerte que son hoy día y el castigo en el colegio era ordenar los libros de la biblioteca. Casi como un sueño.

Croma Kid puede tomarse como nuevo referente de la calidad de realización en el cine dominicano porque detrás de la aparente simplicidad de su puesta en escena, se evidencia un excelente ejercicio de fotografía, edición, efectos visuales, dirección de arte (y otros departamentos) que lo deja bien claro: estamos en capacidad de producir películas al nivel de otras cinematografías.

Hay un juego de cajas chinas en Croma Kid que resulta divertido como rompecabezas familiar: los protagonistas Nashla Bogaert y David Maler son pareja en la vida real, al igual que los productores Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, los padres de Bosco, o sea, todo parte de que son una verdadera familia. Se puede decir, con toda propiedad, que Guzmán y Cárdenas han engendrado este filme (a través de Aurora Dominicana), junto a Rafael Elías Muñoz (de Lantica Media). Aún más (cosas de pueblos chiquitos), esa Guzmán algún parentesco guarda con otro gran maestro de la cinematografía local, Peyi Guzmán. Por eso, a veces lo que vemos no es un personaje de un filme, sino el producto de decenas de cruces de destinos y personas, un pasillo de casa de espejos en la que nada es verdad, ni mentira, solo circunstancia.

Lo importante: Croma Kid nos invita a acompañar a Emi en sus andanzas y es un llamado irresistible para viajar a una época que la nostalgia obliga a calificar de dorada. Esta afirmación no es un sofisma.

 

Croma Kid (2023). Dirección: Pablo Chea; Guion: Pablo Chea e Israel Cárdenas; Fotografía: Israel Cárdenas; Edición: Pablo Chea, Israel Cárdenas, Fernando Henríquez; Música: Grégoire Blanc; Elenco: Bosco Cárdenas Guzmán, Nashla Bogaert, Yasser Michelén, David Maler, Jaime Piña.

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