Cuando Carlos Santana debutó en el Festival Woodstock, el 16 de agosto de 1969, sacudió de tal manera a los asistentes con su mezcla de rock, blues y música africana, que todos lo sintieron como una experiencia religiosa. Y lo fue.
El sonido
de la guitarra de Santana era capaz de elevarnos hasta alturas impensadas y
calmarnos los demonios en nuestro interior. Era indudable: ese sonido nos unía
en un solo ser de luz y paz, y también nos hacía alcanzar el éxtasis del
frenesí de los cuerpos sudorosos: lo espiritual y lo pasional en una sola nota.
Los días 23 y 27 de septiembre se presentará en los cines Carlos,
un audiovisual que celebra la trayectoria de uno de los mayores íconos de la
música: Carlos Santana.
Si eres fanático de Santana, podrás disfrutar en primicia de la nueva
película Carlos, que incluye una presentación del director Rudy Valdez y
del propio Santana, en exclusiva para este evento.
A los 5 años, Santana aprendió a tocar el violín en su México natal. A
los 8, desarrolló un amor por la guitarra que lo acompañaría toda su vida. A
los 14, perfeccionó sus dotes de virtuoso con la guitarra y su estilo
interpretativo como músico callejero, y creó su propia banda tiempo después,
cuando aún era un adolescente.
Y a los 22, justo antes del ovacionado lanzamiento de su primer álbum, Santana
se convirtió en uno de los mayores descubrimientos de Woodstock, cuando se
presentó en la segunda tarde del famoso festival.
Leyenda de la industria musical desde hace 50 años y sensación mundial
ganadora de 10 premios Grammy, Santana sigue siendo uno de los artistas más
destacados del ambiente musical, fusionando el jazz, el blues y el sonido
mariachi con una espiritualidad propia del rock n' roll y un sentido de
conexión con el nexo primario de la música hacia nuestras emociones más
profundas.
El electrizante documental Carlos combina entrevistas inéditas
con Santana y su familia, y un extraordinario material de archivo nunca visto,
que incluye grabaciones caseras realizadas por el propio Santana, imágenes de
conciertos y momentos entre bastidores, para que el director Rudy Valdez,
ganador de dos premios Emmy, logre crear un documental íntimo y fascinante
sobre un hombre cuyo sonido hechiza a los fanáticos de todo el mundo que,
repiten incansablemente el coro de uno de sus famosos temas, “oye como va mi
ritmo, bueno pa’ gozar”.
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