Benicio del Toro será el nuevo Premio de Honor en la próxima gala de entrega de los Premios PLATINO, que se celebrará el próximo 22 de abril de 2023 en Madrid. El actor y productor puertorriqueño será homenajeado en reconocimiento a su carrera interpretativa, que le ha valido elogios de la crítica y la industria reflejados en numerosos premios, y por su trabajo como representante del ámbito iberoamericano en todo el mundo.
Del
Toro, que recoge el testigo de Carmen Maura como última galardonada con el
Premio de Honor de los PLATINO, es una de las grandes figuras del cine y las
series actuales, así como uno de los grandes talentos hispanos en el
ámbito de Hollywood y un embajador de las regiones iberoamericanas. No en vano,
el ganador de un premio Oscar, un Globo de Oro, un premio BAFTA, dos premios
Independent Spirit, un premio del Sindicato de Actores, el Oso de Plata del
Festival de Berlín o la Palma de Oro del Festival de Cannes, es uno de los más
destacados representantes de las cinematografías iberoamericanas en relevantes
producciones internacionales.
Nacido
en San Germán, Puerto Rico, en 1967, Benicio del Toro se trasladó a los 13 años
a Pennsylvania. Tras graduarse, comenzó a estudiar comercio en la Universidad
de California, en San Diego, centro educativo que decidió abandonar para acudir
a la prestigiosa academia de interpretación de Stella Adler. Ya a finales
de la década de 1980, Del Toro comenzó a aparecer en pequeños papeles en series
de televisión, realizando papeles en producciones como Miami
Vice y la miniserie Drug Wars: The Camarena Story.
La
década de 1990 fue especialmente provechosa para el actor, que debutaría en la
gran pantalla con Big Top Pee-wee y aparecería en
créditos tan destacados como 007: Licencia para matar, con la que
se convirtió en el actor más joven en interpretar a un villano de James
Bond, Huevos de oro de Bigas Luna, Sospechosos habituales de
Bryan Singer, con la que consiguió un premio Independen Spirit, Basquiat de
Julian Schnabel, con la que ganaría su segundo premio Independent Spirit,
o Miedo y asco en Las Vegas de Terry Gilliam.
El 2000
sería el de la eclosión definitiva del reconocimiento a Del Toro, que trabajó
en dos de las películas más destacadas de la temporada: Snatch.
Cerdos y diamantes, película de Guy Ritchie, y, especialmente, Traffic,
de Steven Soderbergh. Y es que su papel como Javier Rodríguez le valió
el premio Oscar al mejor actor de reparto, el premio al mejor actor del
Festival de Berlín, el Globo de Oro a la mejor interpretación de reparto y el
premio del Sindicato de Actores.
Del
Toro comenzó el siglo continuando con su ascenso meteórico en
Hollywood al participar en producciones de renombre como Sin
City, de Robert Rodríguez, o 21 gramos, primera producción
estadounidense del mexicano Alejandro González Iñárritu, con la que también fue
nominado al Premio Oscar. Volvería a colaborar con Steven Soderbergh en el
díptico que el director realizó sobre la figura del Che Guevara, a quien el
actor interpretó en Che, el argentino, y Che:
Guerrilla, trabajos con los que consiguió la Palma de Oro a la mejor
actuación en el Festival de Cannes.
Durante
la década de 2010, el actor continuó su carrera combinando su apuesta por
exitosos blockbusters y películas de corte independiente en las que ha
trabajado a las órdenes de autores de renombre. Así, sus incursiones en
producciones como Thor: El mundo oscuro, Guardianes
de la Galaxia, Star Wars: Los últimos jedi o Vengadores:
Infinity War fueron en paralelo a su participación en obras
como Escobar: Paraíso perdido, de Andrea Di Stefano, en la que fue
productor ejecutivo y con la que consiguió una nominación al Premio
PLATINO, Puro vicio, de Paul Thomas Anderson, Un día perfecto, de
Fernando León de Aranoa, o Sicario, de Denis Villeneuve.
El actor
y productor volvería a televisión en 2019 protagonizando Fuga
en Dannemora, serie por la que sería nominado al Premio Emmy,
mientras que su última aparición en la gran pantalla fue en La
crónica francesa, de Wes Anderson. A Del Toro se le podrá ver
próximamente protagonizando Reptile de Netflix, película de
Grant Singer que también protagonizan Justin Timberlake, Alicia Silvestone y
Frances Fisher.
Con la
décima edición del evento, los galardones festejarán, una vez más, las
regiones de habla hispana y portuguesa, su diversidad, sus culturas y su
audiovisual. Los PLATINO inician, además, este décimo aniversario, con la
renovación de su imagen corporativa mediante un rediseño que, respetando la
idea original con la que el artista Javier Mariscal creó la imagen de estos
premios, estiliza y redondea las formas del logotipo para que éste pueda ser
utilizado en entornos digitales.
La
amplia repercusión mediática de los premios (con un valor publicitario que
superó los 130 millones de dólares y más de 110.000 noticias publicadas)
contribuyó la presencia de lo más granado de la cultura
iberoamericana en la gala de entrega de los premios que presentaron Lali
Espósito y Miguel Ángel Muñoz, televisada por 24 cadenas en 21 países que
recalcan la amplia difusión y alcance con los que cuenta el evento.
En las
nueve ediciones anteriores, los premios han celebrado la diversidad de sus
culturas otorgando el galardón a la Mejor Película Iberoamericana a cintas
argentinas, chilenas, colombianas, españolas y mexicanas, mientras que, desde
su creación en su cuarta edición, el galardón para las series ha ido a parar a
Argentina, Cuba y España. En animación, Argentina, Brasil, España y Perú han
sido las reconocidas, en documental, Brasil, Chile y España, y en el apartado
de óperas primas, han destacado junto a regiones con mayor producción países
como Guatemala, Paraguay o Venezuela.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario