La película española Las Bestias, del director madrileño Rodrigo Sorogoyen, arrasó en el Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF), tras obtener el Gran Premio del certamen, el de Mejor director y el de Mejor actor para el francés Denis Ménochet.
La 35
edición del festival, que se celebró en la capital japonesa desde el 24 de
octubre, premió a la española con el galardón más importante del mismo y una
compensación económica total de unos 24.700 euros, frente a otras catorce
cintas internacionales, incluyendo otras dos iberoamericanas.
El
thriller, ambientado en un remoto pueblo de Galicia que muestra las fricciones
entre un residente local y una pareja francesa que se muda allí para montar una
granja, competía con Mantícora (2022), del también
madrileño Carlos Vermut, y la chilena 1976, el debut en dirección de la
hasta ahora intérprete Manuela Martelli, entre otras.
El
jurado del festival, que contaba como presidenta con la estadounidense Julie
Taymor, conocida por filmes como Frida (2002) o Accross the Universe
(2007), así como con el director portugués João Pedro Rodrigues como miembro,
quiso reconocer la cinta de Sorogoyen por “ser excelente en todos los niveles”.
As Bestas
es “una película extraordinaria, una conmovedora historia de amor, sobre la
división de clases y xenofobia. Es realmente una obra maestra del cine”, dijo
Taymor al anunciar el galardón en la ceremonia de clausura del TIFF, celebrada
en el Hall C del Tokyo Internatinal Forum (de 1.502 butacas), a medio llenar.
Ante la ausencia de los miembros del elenco, pues la
persona que vino en representación de la película, el actor gallego Luis
Zahera, tuvo que regresar a España antes del fallo por compromisos profesionales,
los premios fueron recogidos por Alberto Calero, director del Latin Beat, el
festival de cine latino de Tokio, que celebra este año su edición 19 y la
quinta integrada en el TIFF.
“Es
increíble, un gran honor”, dijo Sorogoyen en un mensaje proyectado durante la
ceremonia tras el anuncio de los premios.
Entre
otros premios, el de Mejor actriz fue a parar a la chilena Aline Küppenheim Gualtieri
por su trabajo en 1976, el debut como directora de la también intérprete Manuela
Martelli.
El filme sigue la vida de Carmen (Küppenheim), una mujer
de la alta burguesía santiaguina que emprende un camino de autoliberación
cuando recibe el encargo de un cura amigo para auxiliar en la clandestinidad a
un opositor a la dictadura de Augusto Pinochet y decide ocultárselo a su
familia, afín al régimen.
Küppenheim,
que también envió un mensaje grabado, recibió “con mucha gratitud” el galardón
y agradeció al “maravilloso equipo” de la película “por su impecable y entrañable
trabajo”.
Fue
Martelli quien recogió el premio por ella. “Cuando tenía 10 años entrevisté a
Aline porque la admiraba como actriz y ahora recibo un premio en su nombre, estoy
muy agradecida y emocionada”, dijo la también intérprete sobre el escenario.
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