Vamos con
algunos ejemplos.
Comenzamos
con el cineasta ruso Lev Kuleshov y su Efecto Kuleshov: un fenómeno del montaje cinematográfico
demostrado por el director durante los años veinte.
Kuleshov mostró
frente a una audiencia una secuencia en la que se intercalaba la misma toma del
actor Iván Mozzhujin con las de un plato de sopa, un ataúd y una niña
jugando.
La
audiencia percibió que la expresión de Mozzhujin cambiaba en cada secuencia,
con lo cual se comprobó que el montaje tiene una gran influencia en la
comprensión semántica de lo que aparece en una escena.
El Efecto Kuleshov es quizá el ejemplo más
importante de sintaxis fílmica. La contemplación de una cinta no es un fenómeno
de estímulo-respuesta, sino que el espectador es un participante activo en el
proceso de la creación de significados.
Paparazzi es una palabra de origen italiano que se
usa para denominar al que tiene una conducta de fisgón, entrometido y sin
escrúpulos mientras ejerce su oficio de fotógrafo. El nombre es debido al
personaje Paparazzo de la célebre película La Dolce Vita (1960), de Federico
Fellini y, por eso, tras la película se denomina así a los insistentes
fotógrafos de la prensa rosa.
Fellini
explicó que Paparazzo era el apelativo de su compañero de pupitre en la escuela
primaria de su ciudad natal, Rimini, y que era un amigo suyo. En dialecto, paparazzo quiere decir “mosquito” y
entre los niños se motejaba con ese nombre a los que hablaban atropelladamente,
como el zumbido de un mosquito, y eran muy inquietos, nerviosos, molestos y que
interrumpían a los demás.
La
palabra cantinflear surgió para
describir el muy particular modo de hablar del personaje Cantinflas, creado por
el mexicano Mario Moreno, y en 1992 la Real Academia Española incluyó esa
palabra como verbo en su diccionario, además de cantinfleada y Cantinflas. El
diccionario de la RAE la define así: “Cantinflear es hablar de forma
disparatada e incongruente y sin decir nada”.
Un Macguffin es un elemento de suspenso que hace que los personajes avancen
en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí. MacGuffin es
una expresión acuñada por Alfred Hitchcock que designa una excusa argumental
que motiva a los personajes y al desarrollo de una historia, pero carece de
relevancia por sí misma.
Hitchcock
explica también la expresión en el libro-entrevista con François Truffaut, “El cine según Hitchcock”: «La palabra
procede del music-hall. Van dos
hombres en un tren y uno de ellos le dice al otro “¿Qué es ese paquete que hay
en el maletero que tiene sobre su cabeza?”. El otro contesta: “Ah, eso es un
McGuffin”. El primero insiste: “¿Qué es un McGuffin?” y su compañero de viaje
le responde: “Un MacGuffin es un aparato para cazar leones en Escocia”. “Pero
si en Escocia no hay leones”, le espeta el primer hombre. “Entonces eso de ahí
no es un MacGuffin”, le responde el otro».
El Efecto Rashomon es una
técnica narrativa donde la subjetividad y la percepción personal se imponen a
la hora de relatar un acontecimiento. Por supuesto, debe su nombre a la
película Rashomon (1950), de Akira Kurosawa, y ya es común pensar en el
Maestro japonés al contar un mismo evento desde diferentes ángulos.
La
película tiene una trama sencilla: un samurái sale a dar un paseo con su
esposa, se encuentra con un bandido, y muere. Esto es todo lo que
sabemos a ciencia cierta de la situación. Cada testigo del crimen relata su versión de los hechos: el bandido, la
esposa, el samurái muerto (a través de un médium), y un leñador testigo, quien
participa dos veces, al inicio describiendo el contexto y al final llevando a
un sorprendente desenlace. Lo interesante y paradójico es que cada versión es
abismalmente contradictoria con la otra, y que cada narrador es la figura menos
simpática de su propia historia.
La idea es que un mismo evento es asediado por distintos ángulos,
es visto (e interpretado) desde diferentes perspectivas. Demuestra que dos o más personas pueden llegar
a experimentar un mismo hecho de formas tan distantes que llegan a ser
contradictorias. Algo así lo que refiere el refrán: “Cada uno habla de la feria
según le va en ella”.
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