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martes, abril 05, 2022

Asghar Farhadi es declarado culpable de plagio.


Hace unas semanas salió a la luz que un proceso judicial en torno a la película iraní Un héroe y su director Asghar Farhadi se había abierto. El cineasta había sido acusado de robar la idea principal de la película a una antigua alumna, quien lo había denunciado a pesar de exponerse con ello a la cárcel e incluso una pena de latigazos. Sin embargo, el veredicto ha sido otro.

El tribunal de Irán que se encargaba del caso ha resuelto que Un héroe es un plagio del documental que realizó su alumna, All Winners All Losers y, por tanto, han encontrado a Farhadi culpable de haberle robado la idea a su alumna. La sentencia es vinculante y no puede ser recurrida. Un segundo juez determinará ahora el castigo de Farhadi. En el peor de los casos, el director podría verse obligado a entregar a la denunciante “todos los ingresos obtenidos por la proyección de la película en los cines o en Internet”, e incluso podría enfrentarse a una pena de prisión.

La denunciante, Azadeh Masihzadeh, había asistido al curso sobre cine documental que Farhadi impartía en 2014 en el instituto Karnameh de Teherán. Allí tenía que realizar durante el curso un documental en torno a la idea de “devolver cosas perdidas”. La mayoría de piezas estaban sacadas de noticias encontradas en periódicos, pero la de esta alumna, sin embargo, era la de un tal Shokri, preso en la cárcel de deudores de su ciudad natal, Shiraz, en el suroeste del país. Tal y como se muestra en el documental de Masihzadeh, que se proyectó en el festival de las Artes de Shiraz en 2018, Shokri encontró una bolsa de oro mientras estaba de permiso en la cárcel y decidió devolver el dinero.

En contraposición, el argumento de Un héroe sigue a Rahim, un padre divorciado que disfruta de un permiso de dos días para salir de prisión y que tropieza con un bolso que contiene monedas de oro. En un principio, Rahim planea empeñar el oro para ayudar a pagar su deuda, pero cuando las monedas resultan valer menos de lo que pensaba, se le ocurre un plan más complicado y confuso: entrega el dinero, con la esperanza de cambiar su imagen de exconvicto a benefactor desinteresado. Pero, como sucede en tantas otras películas de Farhadi, el plan de Rahim no sale exactamente según lo planeado.

Farhadi había demandado a Masihzadeh por difamación, pero la denuncia no ha prosperado sino que se ha vuelto en su contra. Ahora el director no solo se expone a una multa y posible pena de prisión, sino que además su credibilidad se ha visto gravemente afectada en un país en el que es desde hace tiempo el director de referencia y modelo para muchísimos jóvenes cineastas.

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