Frente a El
Padrino uno cae en una especie de hipnosis muy difícil de explicar. La
saga épica de la familia Corleone, convertida en una metáfora del desarrollo
del capitalismo en Estados Unidos, es un guion absolutamente maravilloso de
Francis Coppola y Mario Puzo, autor de la novela.
El Padrino contiene todos los géneros en una
sola película: drama, comedia, mafia, suspenso, acción, romance y, como
propuesta cinematográfica, abarca todos los grandes temas de la dramaturgia: el
Amor, el Destino, la Justicia, la Familia, la Ambición, la Traición…todas las
respuestas a nuestras preguntas.
Y un
arsenal de frases con una cualidad única: tienen una significación importante,
una validez tanto literaria como cinematográfica. Una de esas frases,
contextualizada al inicio de la tercera parte de la novela no deja ningún tipo
de dudas: “Cada hombre tiene su solo destino”. El carácter aristotélico de los personajes
estará signado en una
sentencia de lo inexpugnable.
Apenas al
inicio, la pantalla todavía está en negro cuando escuchamos una frase: “I Believe in America”. Ese “Tengo fe en América” es
definitoria para entender el espíritu de todos aquellos emigrantes que han quemado
las naves y han marchado hacia la tierra de las oportunidades. Para los
dominicanos, tiene especial vinculación: el primer inmigrante a New York fue
Juan Rodríguez, un dominicano, y la propaganda del Sueño Americano ha hecho el
resto: hoy por hoy la colonia dominicana en el este de Estados Unidos (fundamentalmente
New York, Boston y New Jersey) es superior a la población de Santiago, la
segunda ciudad en importancia de Dominicana.
“Le haré una oferta que no podrá rechazar”. Es, sin ninguna duda, la frase más famosa del filme y algunos aseguran
que de toda la historia del cine. Hace mucho tiempo que pasó a ser parte del
léxico de todos y hoy en día, no es raro escuchársela a un chofer del concho.
“Un
siciliano no puede negar ningún favor el día de la boda de su hija”. Nos permite contextualizar la primera media hora del filme: la
recepción nupcial por el casamiento de Connie, es el escenario sobre el que nos
serán presentados todos
los personajes del drama. Desde los que mendigan un espacio en la Familia,
hasta los que sigilosos preparan la emboscada que le conviene a su ambición
particular. Toda la fauna queda explícitamente representada.
“Un hombre que no vive con su familia no puede ser un
hombre”. Nadie está en capacidad de
juzgar moralmente a nadie, pero el valor de un hombre comienza a medirse por el
tiempo que comparte con su mujer y sus hijos. Esa célula esencial para la
sociedad debe ser lo más importante, sin excusas.
“Nada personal, estrictamente negocios”. Cuando hace falta, hay que marcar y definir
el pulso de las cosas. Hay que mostrar que tanta fuerza se posee, hay que
demostrar arrojo, astucia y valentía. Pero la venganza nunca debe ser el norte
de las acciones. Michael abrasa su destino con esta frase definitoria que
estimula a usar la inteligencia y golpear al enemigo de manera precisa y
contundente.
“En Sicilia, las mujeres son más peligrosas que las
armas”. Sirve de marco para una
historia de amor con arco dramático completo: deslumbramiento, oposición
familiar, declaración de principios, presentación formal, paseos acompañados de
toda la familia y boda con velo y banda. Todo en 7 minutos absolutamente maravillosos.
Otras
frases memorables que podremos revivir a partir del 24 de febrero con el
reestreno de El Padrino en cines: “Leave
the gun. Take the cannoli”,
“It's a Sicilian message. It means Luca Brasi sleeps with the fishes” y “Mantén
cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos”.
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