En 1994,
El
rey león se convirtió en un referente de animación y un éxito de
taquillas que consolidó a Disney como los campeones de los largometrajes de
animación. El filme ganó el Globo de Oro a la mejor película musical y 2 Oscars:
a la mejor canción y mejor música original. Todavía no existía la categoría de
largometraje de animación, creada en 2002.
25 años
después, la nueva versión de El rey león, dirigida por Jon
Favreau, está llamada a convertirse en un nuevo referente de animación: para el
caso la animación digital fotorrealista, ya utilizado por Favreau en El
libro de la selva (2016). Nace
otro clásico.
Lo primero que garantiza el sello Disney en cualquier
propuesta para el verano es que toda la familia va a pasar un agradable momento
en la sala de cine. Lo segundo es que las técnicas de animación digital se acercarán
cada vez más hacia la perfección absoluta: la expresividad lograda a partir de
esta técnica de animación es un espectáculo absolutamente maravilloso que
ningún niño menor de 99 años debe dejar de disfrutar.
Que la
Academia de Hollywood la considere o no un largometraje de animación (para su
correspondiente nominaciٕón) será tema de discusión, pero su Oscar a los
mejores efectos visuales no se lo quita nadie.
Siempre
me ha maravillado cómo se manejan los elementos de la historia: una especie de
manual para hacer de una estructura típicamente shakesperiana, un cuento
comprensible por todos a partir de sus elementos más visibles: Mufasa es el rey
de esta selva y su hermano Scar aspira a la corona, plan que se ve interrumpido
por el nacimiento de Simba, un heredero directo. Scar, cegado por la ambición,
planifica liquidar a quienes se interponen en su camino. Se me ocurrió un
comentario político, pero mejor dejo esa vaina así.
La
historia funciona como maravillosa metáfora del planeta: Scar no muestra
ninguna señal de sabiduría como rey: permite la caza ilimitada y agota los
recursos naturales de la selva y provoca un desequilibrio ambiental que termina
con los elementos necesarios para que se complete el ciclo de la vida. Lo
recuerdo como disco rayado: el planeta puede existir sin nosotros, nosotros
necesitamos del planeta para estar vivos.
El rey león es también la historia de la superación de todos aquellos males que
habitan nuestros corazones: Simba debe descubrirse a sí mismo (con la valiosa
ayuda de un mono sabio), conocer sus fortalezas y vencer sus miedos para
reclamar lo que le pertenece por derecho propio. Todo bajo el precepto de
gobernar con sabiduría y justicia.
Porque
no todos podemos renunciar a ser y cantar Hakuna Matata, mientras nos roban el
futuro mejor que merecemos como nación. Esto sí fue un comentario político.
El rey
león (2019). Dirección: Jon Favreau; Guion: Jeff Nathanson; Fotografía: Caleb Deschanel;
Edición: Adam Gerstel y Marl Livolsi; Música: Hans Zimmer; Voces: Beyoncé,
Donald Glover, James Earl Jones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario