El
irlandés Martin McDonagh es uno de los mejores guionistas del cine contemporáneo.
Punto.
McDonagh
tuvo una respetada carrera como dramaturgo residente del National Theatre de
Londres antes de realizar su cortometraje Six Shooter (2005), con el que ganó
el Oscar.
Para los
que llevan anotaciones: es el autor anglosajón más representado en América del
Norte después de Shakespeare. Sus obras se han estrenado en 39 países y en 29
idiomas.
Su debut
como realizador fue con Escondidos en Brujas (2009), filme
que fue seleccionado para abrir el Festival de Sundance y que le mereció el
Premio Bafta al mejor guion. Su protagonista, Colin Farrell, ganó el Globo de
Oro al mejor actor de comedia.
Por su parte, Siete
psicópatas y un perro (2012) tuvo su premiere en el Festival de Toronto
y McDonagh contó de nuevo con las colaboraciones de Colin Farrell (actor) y
Carter Burwell (música). Destaca la crudeza de algunas de sus imágenes, lo que
significaba que daba continuidad a un estilo de sacudir a las audiencias conocido
como “teatro de la crueldad”.
Tres anuncios por un crimen no es la excepción: sacude a las audiencias
con algún aspecto brutal que, sin embargo, no es gratuito.
Dramáticamente,
Tres
anuncios por un crimen hace honor al esquema “pueblo pequeño, grandes
secretos”: se ubica en Ebbing, un imaginario pueblito olvidado de Missouri, en
donde las cosas no son lo que aparentan. Para Mildred Hayes (personaje
interpretado maravillosamente por Frances McDormand) el mundo está patas arriba
desde que su hija adolescente es violada y asesinada sin que la policía local,
como es de esperarse, tenga las mínimas intenciones de resolver el caso y dar
con el culpable. Publicar tres vallas gigantes (de donde viene el título del
filme) pidiendo respuestas al jefe de la policía es el detonante de toda una
serie de eventos que, obviamente, no voy a desvelar en esta nota.
Lo
extraordinario del guion de McDonagh es que sirve cada elemento dramático en el
momento preciso: no hay apuros en ir revelando, uno a uno, lo que cada
personaje esconde. Ese mismo guion presenta unos personajes muy bien
estructurados en términos de su desarrollo e intensidad. Así, por ejemplo,
quien resulta deleznable por alguna mala acción se redime (o lo intenta) con
algún coqueteo con el lado bueno de las cosas.
De alguna
manera, todos sus personajes arrastran un complejo de culpa y buscan algún tipo
de redención: desde la madre abandonada por una adolescente mucho más joven (bella
y estúpida), hasta el sheriff inepto que es buen padre de familia. Es en la
compleja maraña de las relaciones de unos con otros en donde McDonagh abona con
muchísimo éxito el sofocante entramado de su drama.
Tres anuncios por un crimen ganó el Premio del Público en los festivales
de Toronto y San Sebastián. Pero su exitoso recorrido por festivales se inició
en Venecia, donde consiguió el premio al mejor guion. En la entrega de los
Globos de Oro arrasó: Mejor Película (drama), Mejor Actriz (Frances McDormand),
Mejor Actor de reparto (Sam Rockwell) y Mejor Guion. Tiene 7 nominaciones al
Oscar y es casi seguro que McDormand y Rocwell suban al escenario a recoger su
estatuilla. Para McDormand sería su segundo Oscar: el primero lo ganó por Fargo
(1996), dirigida por su marido, Joel Coen.
Con toda
justicia, Martin McDonagh también debe subir a buscar su Oscar al mejor guion.
Pero si así no sucediera, no dude en ningún momento que estamos ante uno de los
mejores filmes del año.
Tres
anuncios por un crimen. Dirección y guion: Martin McDonagh; Fotografía: Ben
Davis; Edición: John Gregory; Música: Carter Burwell; Elenco: Frances McDormand,
Sam Rockwell, Woody Harrelson, Abbie Cornish, Peter Dinklage.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario