Uno de
los mejores parámetros para medir la excelencia de una cinematografía es su
desempeño en los festivales internacionales. El cine iraní ha demostrado con
creces ser uno de los más renovados y laureados de los últimos años.
El
llamado “cine motefaved”, películas hechas bajo la influencia del Neorrealismo
y la Nueva Ola, tiene a Abbas Kiarostami, uno de sus indiscutibles Maestros.
Precisamente, Kiarostami ayudó a poner a Irán en el mapa cinematográfico
mundial cuando ganó la Palma de Oro en Cannes con El sabor de los cerezos
(1997). Tres años después, Bahman Ghobadi consiguió la Cámara de Oro del mismo
festival con Un tiempo para la ebriedad de los caballos.
Ya desde
1995, comenzamos a sospechar algo cuando Jafar Panahi ganó la Cámara de Oro con
El
globo blanco. Con El círculo (2000), Panahi consiguió
el León de Oro del Festival de Venecia; con Offside (2006), el Oso de
Plata en Berlín; y con Taxi Teherán (2015), el Oso de Oro
en Berlín.
En 1997,
el cineasta Majid Majidi consiguió el Gran Premio de las Américas del Festival
de Montreal con Los niños del cielo, el primer filme iraní en ser nominado al Oscar. Con Baran (2001), ganó de nuevo el Gran Premio de las Américas.
La larga
introducción nos sirve para llegar hasta Asghar Farhadi. Con A
propósito de Elly (2009) ganó el Oso de Plata en Berlín. Su
consagración le llegó dos años después con Una separación, primer filme iraní
en ganar el Oso de Oro en Berlín, conjuntamente con los Osos de Plata al mejor
actor y la mejor actriz. También fue la primera película de Irán en ganar el Oscar.
Farhadi ha
patentizado una manera muy especial de escribir sus guiones: una estructura de
capas, en que los eventos dramáticos se sobreponen unos a otros, tejiendo un
hilo hipnótico absolutamente impresionante.
Esa
estructura es la que vuelve a usar en The Salesman, filme que el pasado
año obtuvo en Cannes los premios al mejor guion y mejor actor (Shahab Hosseini).
Como siempre, Farhadi obliga al espectador a mantenerse activo frente a su propuesta
dramática: así mientras algunos ven mucho comentario social sobre Irán, otros
saborean con deleite esta especie de “cuento moral”, es decir, una historia con
moraleja.
Lo que
ningún buen cinéfilo puede es permanecer indiferente a la poderosa construcción
dramática que asume Farhadi, cuando toma personajes de la vida diaria y los
coloca en situaciones de extraordinaria tensión. Esa sola decisión le certifica la universalidad
de sus temas y garantiza su impacto en las audiencias de todo el mundo. Para
los que llevan notas: siendo local, logra emociones globales.
Como
Maestro en su estilo, ya Farhadi se permite la oportunidad de incluir el mundo
del teatro en su filme. Un abierto homenaje a sus estudios: es graduado en
Teatro, con un BA en Artes Dramáticas y una Maestría en Dirección de la
Universidad de Teherán. Y lo hace con una obra fundamental: La
muerte de un vendedor, el clásico de Arthur Miller.
The Salesman fue seleccionada la Mejor Película Extranjera por el National Board of Review de Estados
Unidos. Es el simple reconocimiento de que estamos frente a uno de los cineastas
más importantes de nuestro tiempo, incluido como una de las “100 personas más
influyentes” de la revista TIME.
The
Salesman (Forushande). Dirección y guion: Asghar Farhadi; Fotografía: Hossein
Jafarian; Música: Sattar Oraki; Edición: Hayedeh Safiyari; Elenco: Shahab
Hosseini, Taraneh Alidoosti, Babak Karimi.
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