Desde hace años, México acapara titulares de noticias relacionadas
con corrupción, violencia de los cárteles del narcotráfico y las mujeres
asesinadas de Ciudad Juárez. Pero es una cultura tan rica que bien merece ser
exportada para conocimiento de todos. El libro de la vida, ópera prima de Jorge
R. Gutiérrez funciona como inventario de la rica cultura mexicana. Primer punto
a su favor.
Hace muchos años, Guillermo del Toro coincidió con Pedro
Almodóvar en el Festival de Miami. El español se ofreció para producirle un
filme al mexicano (El espinazo del diablo,
2001) y, por si fuera poco, le dio un consejo de oro: “Un buen productor está
cuando el director lo necesita y NO está cuando el director no lo necesita.”
Ahí le nació una vocación como productor a Del Toro, que ha ejercitado con algunos directores en filmes
que, temáticamente, se le parecen: El
orfanato (2007, J.A. Bayona), Los
ojos de Julia (2010, Guillem Morales) y Mamá (2013, Andy Muschietti), pero que también ha hecho
posibles proyectos que se diferencian bastante de su filmografía: Cosas insignificantes (2008, Andrea
Martínez), Rudo y cursi (2008,
Carlos Cuarón) y Rabia (2009,
Sebastián Cordero). Como común denominador de la lista: nombres de gente muy
talentosa involucrada y varias óperas primas.
Pues ahora Del Toro ha logrado que debute Jorge R.
Gutiérrez con El libro de la vida,
un largometraje de animación que vende a México en cada fotograma.
En El libro de la vida, participamos de la celebración mexicana
del “Día de los Muertos”, que festeja la memoria de los difuntos con coloridas
ofrendas, para que permanezcan en la “Tierra de los Recordados”, es el escenario
donde se desarrolla una historia de amor entre María y sus dos pretendientes: Manolo
y Joaquín. (No tiene nada que ver, excepto el escenario, pero siempre recordaré
eso de Bajo el volcán (1984, John
Huston).
Por supuesto, un filme que
habla de México derrocha colores encendidos por doquier: una auténtica fiesta para
los sentidos que, de seguro, deleita a todos en la sala. Lo interesante es que
el libreto de Gutiérrez, convierte la fiesta en una lección de historia mexicana
que se asimila con el entusiasmo de los niños que hacen una visita a un museo.
Tremendo logro: aprendemos mientras nos divertimos.
Por demás, Gutiérrez se
arriesga hasta el límite, cuando se burla de la percepción de México en el
exterior, de las regulaciones de las historias para niños, y hasta de los mitos
en los cuales se basan muchas tradiciones de nuestros pueblos. Pero sin perder
un ápice de su natural candidez, de la exótica frescura de su propuesta
cinematográfica.
El libro de la vida
(2014). Dirección: Jorge R. Gutiérrez; Guión: Jorge R. Gutiérrez y Douglas
Langdale; Música: Gustavo Santaolalla; Edición: Ahren Shaw; Voces: Diego Luna,
Zoe Saldaña, Kate del Castillo, Ana de la Reguera, Eugenio Derbez.
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