Las líneas precedentes nos sirven para enmarcar ¿Quién manda?, un filme pensado para que guste al mismo público que consume productos similares del cine americano: Amigos con beneficios (Will Gluck), No Strings Attached (Ivan Reitman) y Loco y estúpido amor (Glenn Ficarra y John Requa), para sólo mencionar tres títulos.
¿Quién manda? permite el debut de Ronni Castillo, un nuevo talento como director y guionista, acaso uno de los beneficios colaterales de la Ley de Cine. El lucimiento del talentoso Frank Perozo no es cosa nueva, lo novedoso es que su personaje rompe continuamente con el eje narrativo dirigiéndose directamente al público con la facilidad de quien sabe conducirse en su oficio de actor. Se aprecia el notable crecimiento como actriz de Nashla Bogaert en el proceso de hacer creíble su personaje de cazadora de hombres, en contraposición a su imagen de dama de la televisión.
Un filme como ¿Quién manda? sirve para establecer un estándar de aceptable realización para el cine que se hace en Dominicana: los principales aspectos del quehacer cinematográfico están cubiertos. Sin embargo, hay que señalar algunos hilos sueltos del libreto: la ejecutiva conquistada no vuelve a aparecer, aunque la compañía que representa se sigue mencionando todo el filme, pudo sacársele mayor provecho a la escena de la cena navideña, el punto de quiebre de los personajes es débil, una característica que es común denominador de las comedias románticas.
La recepción brindada por el público no puede ser más contundente: 56,000 taquillas vendidas en sus primeros 4 días en cartelera, un récord muy por encima de las necedades americanas del verano. Ya eso es gratificante.
¿Quién manda? Dirección: Ronni Castillo; Guión: Daniel Aurelio Pérez y Ronni Castillo; Fotografía: Peyi Guzmán; Música: León Yamil y José Delio Ares; Elenco: Frank Perozo, Nashla Bogaert, CuquínVictoria, Mickie Montilla, Amaury Pérez.
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