Afirmar que Affleck ha resultado ser mucho mejor director que actor caritadeyonofuí es llover sobre mojado: eso lo saben hasta los chinos de Bonao. Porque lo de la ya mencionada Desapareció una noche no fue suerte de principiante, sino demostración de talento que venía refrendada por el Oscar como guionista de Good Will Hunting (1997, Gus Van Sant) y que se consolidó con su segundo filme como director Atracción peligrosa (2010).
Nueva vez, Affleck hace gala de sus dotes como director y protagonista en Argo, filme basado en los hechos reales acontecidos en la embajada de los Estados Unidos en Teherán, en el contexto de la revolución iraní de 1979.
Ya en sus dos filmes anteriores detectábamos la bien lograda atmósfera de suspenso que tanto aportaba a su calidad y que es imprescindible para contar la historia de estos funcionarios del servicio exterior de USA que vivieron la aventura de sus vidas, apostando (literalmente) sus vidas.
Ese ambiente permanente de suspenso está presente en Argo, sustentado en un excelente desempeño actoral de todo el elenco, con especial mención de Scoot McNary y John Goodman.
La excelente ambientación se aprecia en los créditos finales del filme, cuando vemos las fotos de los eventos y cómo fueron recreados. Los aciertos en la escogencia del elenco se comprueban en las fotos de las auténticas personas y su comparación con los actores que las representaron.
Argo tiene indudables aciertos de realización y, nueva vez, confirma a Ben Affleck como realizador de talento. No me sorprendería que consiga algunas nominaciones al Premio de la Academia.
Argo (2012). Dirección: Ben Affleck; Guión: Chris Terrio; Fotografía: Rodrigo Prieto; Música: Alexander Desplat; Elenco: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Scoot McNary.
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