El 20 de enero del pasado año se estrenó Lotoman y, de inmediato, se convirtió en un fenómeno de asistencia que, hasta prueba en contrario, al día de hoy no ha podido ser superado.
El reto para Archie López y su equipo de colaboradores era tremendo: crear una segunda parte que no lo pareciera, que mantuviera la misma frescura, la misma gracia y que, contando con el apoyo de prestigiosas marcas, lograra emplazamientos completamente digeribles para los espectadores.
No me cabe la menor duda: lo han logrado con creces.
Lotoman 2.0 merece verse también como ejemplo de mercadeo para quienes quieren hacer cine. En este punto destaco la labor de Desiree Reyes Peña, una tamborileña de sólida formación cinematográfica, que ha logrado unas alianzas formidables para el filme.
Hay quienes piensan que esto es un aspecto extra-cinematográfico cuando es todo lo contrario: el cine es una industria y como tal, deben crear alianzas estratégicas que le permitan crecer al ritmo del mercado. Resalto el apoyo de marcas como Orange y Coca-cola, empresas que han lanzado campañas de publicidad vinculando su imagen a la de Lotoman, una muestra de absoluta confianza en las posibilidades del filme y otra prueba más del crecimiento del cine dominicano.
(La premiere de Orange, en el Teatro Nacional, el más prestigioso escenario del país, con la presencia de importantes personalidades, es otro ejemplo de cómo deben hacerse las cosas).
Luego del éxito arrollador de Lotoman, esta familia está vinculada estrechamente a la gran familia dominicana. En efecto, Manuel (Miguel Céspedes) y Modesto (Raymond Pozo), Sobeida y Susanita, y la formidable Mamá Susana (Olga Bucarelli) son personajes de los que la gente se refiere en la calle como si fueran sus propios familiares.
A partir de la idea original de Martín Díaz Bello, Alejandro Andújar y Archie López redondean una historia que hace que el espectador ría de buena gana, objetivo fundamental de cualquier buena comedia.
Pero, ojo, se han permitido la inserción de referencias cinematográficas de primer orden, entre las que destaco: Kill Bill (2003, Quentin Tarantino), Fiebre de sábado por la noche (1977, John Badham) y Mi pobre angelito (1990, Chris Columbus). La primera de ellas, culmina con un comentario social brillante: “El 4% para la educación”. Es más, es tanta la precisión de su libreto, que se permite la auto-referencia en voz de Don Josin (Franklin Domínguez).
Todos los que participan ya exhiben una carrera exitosa en televisión, cine y teatro, pero si debo resaltar una de las participaciones sería la de Chelsy Bautista (Susanita) quien destila carisma del mejor tipo en cada frase que convierte en un derroche de gracia.
No tengo ninguna duda en que el público respaldará Lotoman 2.0 como se merece.
Y que nadie se asombre si se convierte en saga…bueno, en realidad no debería ser tan indiscreto: es que ya oí hablar de Lotoman 3D…
Lotoman 2.0 (2012). Dirección: Archie López; Historia original: Martín Díaz Bello; Guión: Alejandro Andújar, Martín Díaz Bello, Archie López; Música: Alex Mansilla; Fotografía: PJ López; Sonido: Franklin Hernández; Elenco: Miguel Céspedes, Raymond Pozo, Fernando Carrillo, Olga Bucarelli, Elizabeth Ruiz, Chelsy Bautista.
José, Gracias a nombre de todos!!! Ahora bien, el mérito de la comercialización no es propio, es de Panamericana. :)
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