Bastaría recordar el impresionante éxito que ha tenido la Pixar con el Premio de la Academia: con sólo 12 filmes producidos, lo ha ganado en 6 ocasiones, a saber: Toy Story (1995), Buscando a Nemo (2003), Los increíbles (2004), Wall-E (2008), UP: una aventura de altura (2009) y Toy Story 3 (2010).
En el momento que escribo estas líneas, Valiente ha recaudado en Estados Unidos la suma de US$225 millones, excelente cuota de mercado en un año en el que los súper héroes se han repartido el pastel.
El éxito de Valiente tiene explicaciones muy obvias: usa el esquema típico de Disney: hay una princesa en apuros que necesita cambiar su destino, hay un hechizo que hay que deshacer, hay canciones y tres niños traviesos que hacen las delicias del público. Ojo: para estar acorde con los nuevos tiempos, Mérida es la princesa de mayor libertad de pensamiento de toda la factoría: no sólo se resiste a casarse para cumplir con la tradición, sino que no lo tiene entre sus planes para el futuro inmediato.
Cuando, en 1995, John Lasseter hizo Toy Story no podíamos imaginar las enormes posibilidades que inauguraba para el campo de las imágenes generadas por computadoras y muy en especial para la animación.
La excelencia de las animaciones en Valiente, contrario a lo que uno pudiera temer, se evidencia en el enriquecimiento de los matices y rasgos de los personajes, en el realismo de los espacios abiertos y, por si fuera poco, los imaginativos planos imposibles para el cine real, verbigracia, en la escena de competencia de arquería.
Los niños entre 2 y 99 años agradecemos sonrientes la propuesta Disney-Pixar para el verano 2012 y, desde ahora, esperamos ansiosos por Monsters University, que se estrenará en el 2013.
Valiente (2012). Dirección: Mark Andrews y Brenda Chapman; Guión: Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell; Música: Patrick Doyle; Voces: Kelly Mcdonald (Mérida); Emma Thompson (Elinor) y Billy Connolly (Ferguson).
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