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martes, junio 19, 2012

Tim Burton y sus sombras tenebrosas.

La serie de televisión Sombras tenebrosas se emitió desde 1966 hasta 1971 en Estados Unidos y constituyó, sin ninguna duda, la mayor fuente de traumas y sustos (nunca olvidaré el rictus del rostro del actor Jonathan Frid) para los adolescentes de entonces, por los efectivos mecanismos de terror que empleaba.

La maldición del vampiro Barnabás Collins y la crueldad que empleaba con sus víctimas nos horrorizaba y seducía por igual.

Naturalmente, cuando se planteó la posibilidad de llevarla al cine se pensó en Tim Burton. ¿Por qué? Tim Burton es, sin duda, el mejor director de atmósferas del cine contemporáneo.

En efecto, cualquier filme de Burton es un logro de ambientación que sobresale por la excelencia con la que emplea los decorados, el vestuario, el maquillaje, las luces y todo elemento que contribuya a crear la atmósfera adecuada para los personajes del filme. Esto, independientemente de que se trate de una adaptación de cómic (Batman), un musical de terror (Sweeney Todd), o de una novela (Alicia en el País de las Maravillas.)

Con Sombras tenebrosas se tomó el humor gótico como fórmula para aproximar este rico universo televisivo a las nuevas generaciones, al tiempo que la historia viajó en el tiempo hasta 1972, lo cual la hace imposible de tragar para las nuevas generaciones. Resultado: al momento que escribo estas líneas, al filme ha recaudado US$75 millones, decepcionante cifra si tomamos en cuenta que su costo de producción rondó los US$200 millones y que Alicia en el país de las maravillas, el anterior filme de Burton, alcanzó los US$ 334 millones, sólo en USA.

Pero es parte del riesgo de producirle a Tim Burton quien siempre navega entre las profundas aguas del cine de autor y la superproducción de Hollywood. Goza de indudable prestigio en Hollywood, a cuyo stablishment le ha hecho más de un guiño (Ed Wood) y le ha puesto en más de un aprieto (Mars attacks).

Con la crítica de cine también su relación ha sido de amor y odio: algunos lo adoran por creaciones como Big Fish, casi todos lo detestan por fiascos como El planeta de los simios.

Burton siempre cuenta con un envidiable equipo de colaboradores fieles. Entre ellos: el guionista John August, el editor Chris Lebenzon, el músico Danny Elfman, la directora de casting Susie Figgis, la diseñadora Colleen Atwood, el fotógrafo Philippe Rousselot, su ex Lisa Marie, su actual Helena Bonham Carter, sus ídolos Christopher Lee y Martin Landau; y el actor Johnny Depp. Si no me lo cree, revise los créditos de Frankenweenie, que se estrena este mismo año.

Para Johnny Depp, el actor-fetiche de Burton, era lo más natural la opción para interpretar a Barnabás Collins: este personaje le ha obsesionado desde su niñez. La relación de ambos comenzó en 1990 con El joven Manos de tijeras y ha seguido con Ed Wood (1994, en homenaje a unos de los peores directores que ha tenido el cine), Sleepy Hollow (1999), Charlie y la factoría de chocolate (2005), la cinta de animación La novia cadáver (2005), el musical Sweeney Todd (2007) y la alucinante Alicia en el país de las maravillas (2010).

Y todos, siempre dan lo mejor de ellos cuando son azotados por el dulce látigo de Tim Burton: el mejor creador de atmósferas del cine contemporáneo.

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