Un festival de cine es un producto cultural con atribuciones propias y características muy particulares. El Festival de Cine Global Dominicano, que ahora celebra su segunda edición, tiene un eslogan que vale por mil fotogramas: “Temas globales, historias personales”.
En ese sentido, ninguna mejor película que la jordana Capitán Abu Raed para definir en forma precisa la esencia del festival. Para alegría de todos, Natasha Despotovic, mujer de muchas luces y directora general del DRGFF, la escogió para la noche inaugural en Santiago.
Capitán Abu Raed sirve para ver la realidad de aquel lejano país y vernos reflejados en ese espejo. En más de un sentido. Es la película debut para el director Amin Matalqa, lograda luego de superar innumerables escollos, incluído el que allá no se cuenta con una industria cinematográfica, ¿les suena familiar?
Matalqa construye un drama sutil y eficaz sobre las posibilidades de superarnos sin importar humildes orígenes, ni atmósferas familiares contaminadas por la violencia. Todos tenemos el derechos de soñar (y luchar) para romper el círculo vicioso de la miseria, de los múltiples obstáculos con los que nuestras sociedades justifican la desigualdad, ¿les suena familiar?.
Montada sobre una estructura narrativa sencilla pero poderosa, Matalqa expone una sensibilidad extraordinaria para los detalles, desde los ojos de los personajes, hasta prescindir de todos los accesorios innecesarios para contar su historia. Merece especial crédito por su acercamiento a la estética neorrealista. De hecho, la mayoría de las personas que aparecen en la película no son actores profesionales.
Quiero destacar la sutileza con la Matalqa expone aún los momentos más oscuros de su drama. Incluso el caso de un padre que abusa física y mentalmente de su familia se nos presenta sin sobresaltos, sólo mostrando los elementos necesarios para crear un espacio de reflexión acerca del futuro de la sociedad que se sustenta es semejante núcleo, ¿les suena familiar?
Con muchos de los diálogos de Capitán Abu Raed cualquier dominicano puede identificarse. Especial mención para aquel que hace referencia a que si baja el precio de la gasolina, debe bajar también el precio del pan, ¿les suena familiar?
Capitán Abu Raed ha ganado en numerosos festivales internacionales y está postulada al Oscar como película extranjera. Debe ser el espejo en que se miren los cineastas criollos, empeñados en producir bajo el esquema Hollywood, cuando la realidad es que no tenemos sus recursos.
Un filme así debe ser la referencia de lo que se puede hacer para abrirnos paso en el mercado internacional del buen cine.
Capitán Abu Raed es una extraordinaria demostración de que se puede. De que una historia personal bien contada, es también un tema global.
Postdata: No importa, Abu Raed, que no tenga licencia de piloto. Ni siquiera que nunca haya montado un avión. Ya hemos volado muy alto, Capitán, a bordo de sus sueños que, al fin y al cabo, son también los nuestros.
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