(Teddy Ureña, amigo y cinéfilo de los verdaderos, se encontró en Berlín con el número de noviembre de la revista Empire. Esta edición trae los resultados de una encuesta sobre las 500 mejores películas de todos los tiempos. Como era de esperarse, Teddy me hizo llegar mi ejemplar. Comparto con tod@s algunos datos)
Hace unos meses la revista inglesa Empire preparó la más ambiciosa encuesta cinematográfica: 50 críticos de cine claves por su influencia, 150 personalidades del cine y 10,000 de sus lectores.
Entre las personalidades están los directores: Quentin Tarantino, Sam Mendes, Pedro Almodóvar, David Fincher, Mike Leigh, Cameron Crowe y el compositor Hans Zimmer. Entre los críticos consultados aparecen: Meter Bradshaw, James Christopher y Mark Cousins.
Ya he comentado antes el problema de los listados: no están todas las que son, ni son todas las que están. Y hasta los consultados pueden disentir. Y más de una sorpresa siempre acecha detrás de la puerta.
Comenzamos por las sorpresas: la campeona de los listados, Ciudadano Kane (1942, Orson Welles), quedó en un lejano puesto 28. Otro clásico como Casablanca (1942, Michael Curtiz) preferida dentro de las películas románticas apenas consiguió el lugar 18, mientras los clásicos Taxi Driver (1976, Martin Scorsese) y 2001: Odisea del espacio (1968, Stanley Kubrick) se ubicaron en los puestos 17 y 16.
Estas son las primeras 15 posiciones:
# 15: El caballero de la noche (2008, Christopher Nolan). Sin duda se demuestra el gran impacto que ha causado entre los cinéfilos y sus grandes posibilidades dentro de la temporada de premios que se avecina.
# 14: Erase una vez en el oeste (1968, Sergio Leone). La extraordinaria vaquerada de Leone fue el punto culminante de llamado spaghetti-western.
#13: Chinatown (1974, Roman Polanski). El formidable film noir protagonizado por Jack Nicholson y Faye Dunaway tuvo una enorme repercusión que dura hasta nuestros días.
#12: El apartamento (1960, Billy Wilder). Cualquiera de los filmes de Wilder es una prueba de su talento. Jack Lemmon y Shirley McLaine en su mejor momento
#11: El toro salvaje (1980, Martin Scorsese). Está considerada la mejor película de la década 80 y Robert De Niro dio una actuación histórica.
#10: El club de la lucha (1999, David Fincher). Tengo que admitir que nunca me ha gustado mucho este filme, a pesar del tour de force de Eduard Norton y Brad Pitt.
#9: Pulp Fiction (1994, Quentin Tarantino). Palma de Oro en Cannes, es sin duda de ningún tipo, una de las mejores películas de la década 90.
#8: Cantando bajo la lluvia (1952, Stanley Donen y Gene Kelly). Presentado siempre como ejemplo de la época de oro del musical.
#7: Apocalipsis ya (1979, Francis Coppola). Creo que la mejor película que se ha hecho sobre la guerra de Vietnam y el monstuo de Brando.
#6: Goodfellas (1990, Martin Scorsese). Todos saben que me fascina Scorsese, pero de ahí a incluir este filme entre los primeros diez hay mucha distancia. Me quedo con el toro.
#5: Tiburón (1975, Steven Spielberg). Este filme de Spielberg cambió la suerte de la industria del cine para siempre y creó el concepto de super-producción para el verano. Pero, ¿entre las grandes?
#4: The Shawshank Redemption (1994, Frank Darabont). Excelente, pero ¿entre las grandes?
#3: El imperio contraataca (1980, Irvin Kershner). Esto es el colmo de los seguidores de Lucas Skywalker, entre los que me incluyo pero con ciertos límites.
#2: Los cazadores del Arca Perdida (1981, Steven Spielberg). Excelente cine de entretenimiento pero, ¿entre las grandes?
#1: El Padrino (1972, Francis Coppola). Todos saben que esta es mi película favorita de todas cuantas he visto y la que más ocasiones he repetido. Una auténtica Obra Maestra que consagra al cine como el arte de nuestro tiempo.
Por varios años, el ejercicio de la crítica cinematográfica ha sido una de las constancias de mi vida. Esta página es una ventana más que sumo a ese propósito. -José
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miércoles, noviembre 26, 2008
jueves, noviembre 20, 2008
Capitán Abu Raed: un tema global, una historia personal
Un festival de cine es un producto cultural con atribuciones propias y características muy particulares. El Festival de Cine Global Dominicano, que ahora celebra su segunda edición, tiene un eslogan que vale por mil fotogramas: “Temas globales, historias personales”.
En ese sentido, ninguna mejor película que la jordana Capitán Abu Raed para definir en forma precisa la esencia del festival. Para alegría de todos, Natasha Despotovic, mujer de muchas luces y directora general del DRGFF, la escogió para la noche inaugural en Santiago.
Capitán Abu Raed sirve para ver la realidad de aquel lejano país y vernos reflejados en ese espejo. En más de un sentido. Es la película debut para el director Amin Matalqa, lograda luego de superar innumerables escollos, incluído el que allá no se cuenta con una industria cinematográfica, ¿les suena familiar?
Matalqa construye un drama sutil y eficaz sobre las posibilidades de superarnos sin importar humildes orígenes, ni atmósferas familiares contaminadas por la violencia. Todos tenemos el derechos de soñar (y luchar) para romper el círculo vicioso de la miseria, de los múltiples obstáculos con los que nuestras sociedades justifican la desigualdad, ¿les suena familiar?.
Montada sobre una estructura narrativa sencilla pero poderosa, Matalqa expone una sensibilidad extraordinaria para los detalles, desde los ojos de los personajes, hasta prescindir de todos los accesorios innecesarios para contar su historia. Merece especial crédito por su acercamiento a la estética neorrealista. De hecho, la mayoría de las personas que aparecen en la película no son actores profesionales.
Quiero destacar la sutileza con la Matalqa expone aún los momentos más oscuros de su drama. Incluso el caso de un padre que abusa física y mentalmente de su familia se nos presenta sin sobresaltos, sólo mostrando los elementos necesarios para crear un espacio de reflexión acerca del futuro de la sociedad que se sustenta es semejante núcleo, ¿les suena familiar?
Con muchos de los diálogos de Capitán Abu Raed cualquier dominicano puede identificarse. Especial mención para aquel que hace referencia a que si baja el precio de la gasolina, debe bajar también el precio del pan, ¿les suena familiar?
Capitán Abu Raed ha ganado en numerosos festivales internacionales y está postulada al Oscar como película extranjera. Debe ser el espejo en que se miren los cineastas criollos, empeñados en producir bajo el esquema Hollywood, cuando la realidad es que no tenemos sus recursos.
Un filme así debe ser la referencia de lo que se puede hacer para abrirnos paso en el mercado internacional del buen cine.
Capitán Abu Raed es una extraordinaria demostración de que se puede. De que una historia personal bien contada, es también un tema global.
Postdata: No importa, Abu Raed, que no tenga licencia de piloto. Ni siquiera que nunca haya montado un avión. Ya hemos volado muy alto, Capitán, a bordo de sus sueños que, al fin y al cabo, son también los nuestros.
En ese sentido, ninguna mejor película que la jordana Capitán Abu Raed para definir en forma precisa la esencia del festival. Para alegría de todos, Natasha Despotovic, mujer de muchas luces y directora general del DRGFF, la escogió para la noche inaugural en Santiago.
Capitán Abu Raed sirve para ver la realidad de aquel lejano país y vernos reflejados en ese espejo. En más de un sentido. Es la película debut para el director Amin Matalqa, lograda luego de superar innumerables escollos, incluído el que allá no se cuenta con una industria cinematográfica, ¿les suena familiar?
Matalqa construye un drama sutil y eficaz sobre las posibilidades de superarnos sin importar humildes orígenes, ni atmósferas familiares contaminadas por la violencia. Todos tenemos el derechos de soñar (y luchar) para romper el círculo vicioso de la miseria, de los múltiples obstáculos con los que nuestras sociedades justifican la desigualdad, ¿les suena familiar?.
Montada sobre una estructura narrativa sencilla pero poderosa, Matalqa expone una sensibilidad extraordinaria para los detalles, desde los ojos de los personajes, hasta prescindir de todos los accesorios innecesarios para contar su historia. Merece especial crédito por su acercamiento a la estética neorrealista. De hecho, la mayoría de las personas que aparecen en la película no son actores profesionales.
Quiero destacar la sutileza con la Matalqa expone aún los momentos más oscuros de su drama. Incluso el caso de un padre que abusa física y mentalmente de su familia se nos presenta sin sobresaltos, sólo mostrando los elementos necesarios para crear un espacio de reflexión acerca del futuro de la sociedad que se sustenta es semejante núcleo, ¿les suena familiar?
Con muchos de los diálogos de Capitán Abu Raed cualquier dominicano puede identificarse. Especial mención para aquel que hace referencia a que si baja el precio de la gasolina, debe bajar también el precio del pan, ¿les suena familiar?
Capitán Abu Raed ha ganado en numerosos festivales internacionales y está postulada al Oscar como película extranjera. Debe ser el espejo en que se miren los cineastas criollos, empeñados en producir bajo el esquema Hollywood, cuando la realidad es que no tenemos sus recursos.
Un filme así debe ser la referencia de lo que se puede hacer para abrirnos paso en el mercado internacional del buen cine.
Capitán Abu Raed es una extraordinaria demostración de que se puede. De que una historia personal bien contada, es también un tema global.
Postdata: No importa, Abu Raed, que no tenga licencia de piloto. Ni siquiera que nunca haya montado un avión. Ya hemos volado muy alto, Capitán, a bordo de sus sueños que, al fin y al cabo, son también los nuestros.