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jueves, agosto 28, 2008

La vida escénica de Angel Haché

En una época en la que no abundan modelos a seguir, Angel Haché es un ejemplo de integridad artística. Tanto, que se ha atrevido a dirigir un documental sobre su vida en el mundo de la actuación, incluyendo más de una crónica que no le es favorable.
La meta no era simple: condensar 50 años de experiencia en el mundo del drama y la comedia en 100 minutos. No es fácil tarea para nadie, tampoco para Angel Haché.
Pero Una vida escénica cuasi virtual, más que un inventario de datos es la aproximación al intrigante mundo de los actores, más allá de las máscaras, de la puesta en escena, del éxito simulado, del maquillaje que se desgasta con las lágrimas y el tiempo.
Además de exponer sus datos biográficos esenciales, Angel Haché se vale de la opinión de sus cómplices de generación, acaso como fiel e irrebatible testimonio de la admiración que genera su sólida formación, la seriedad con la que ejerce su oficio de actor y la honestidad con la reviste su accionar.
Freddy Ginebra, Rafael Villaona, Delta Soto, María Castillo, Elsa Núñez y Augusto Feria, con sus palabras nos describen al ser humano y al artista, en ocasiones tan unidos entre sí que se hace imposible distinguir uno de otro.
Todos coinciden en señalar la profesionalidad con la que Angel Haché sube al escenario: siempre suma a los montajes. Siempre da lo mejor de sí.
Geovanny Cruz, una autoridad en la materia, lo incluye en su listado de los mejores actores del siglo XX en nuestro país.
Sobresalen los segmentos, muy bien escogidos, de varios filmes rodados en España, bajo las órdenes de nombres tan distinguidos como Jaime Chávarri y Patricio Guzmán.
Una vida escénica cuasi virtual, estrenado en Santo Domingo y Santiago, merece todavía una mayor difusión en las escuelas de arte del país, porque así los nuevos talentos del teatro pueden conocer mejor a uno de los grandes de las artes escénicas, Angel Haché.
Creo que este documental pude tomarse como piloto para desarrollar una serie sobre los grandes artistas contemporáneos de Dominicana (entre ellos, Elsa Núñez, compañera de Haché) porque nunca es muy tarde para reconocerlos en su justa dimensión y por los grandes aportes que han hecho a nuestro proyecto de nación.

miércoles, agosto 20, 2008

Ladrones a domicilio, lo nuevo de Angel Muñiz

Cuando me preguntan por mi película dominicana favorita, invariablemente contesto que Nueba Yol. Y lo justifico por lo que esa película de Angel Muñiz significó para el cine dominicano: gracias al masivo apoyo del público, los empresarios descubrieron el potencial de la industria cinematográfica.
A partir de Nueba Yol no es necesario hipotecar la vida o venderle el alma al diablo para conseguir el financiamiento de una película dominicana. Si alguno lo ha hecho, esa es otra historia.
Fue tan exitosa Nueba Yol que, en el mejor estilo de Hollywood, se cocinó una segunda parte (Nueba Yol 3) que arruinó el núcleo argumental que validaba la historia. Pero esa, también, es otra historia.
Lo cierto es que Angel Muñiz se ha consolidado como director con talento y ha demostrado que, cuando se quiere, se puede.
Ladrones a domicilio es una palpable demostración de la madurez alcanzada por las realizaciones que se hacen en nuestro país. Ya no existe ningún tipo de dudas de que los filmes que se producen en Dominicana llenan las expectativas, en términos de realización, del público más exigente. Sus logros técnicos son indudables.
El riesgo de Muñiz en esta ocasión es el cambio de registro: hasta ahora el público le ha brindado respaldo a sus comedias. Ladrones a domicilio disecciona la sociedad que nos ha tocado vivir para mostrarnos algunos de sus más lamentables aspectos: la corrupción, la injusticia, las desigualdades que adornan esta res-pública.
El problema radica en que Ladrones a domicilio inicia con la lectura de varios titulares noticiosos y nos da la impresión de que a todo lo largo del filme nos ofrece sólo titulares, pinceladas de nuestra realidad, sin profundizar en ninguno. Parecería que se ignora que todos estamos conscientes de lo que ocurre.
El problema es que todos sabemos a quiénes refieren muchos de los personajes del filme pero eso no es suficiente como denuncia y que mejor golpe de efecto se lograría con otros elementos que permitan una lectura entrelíneas.
Una observación extra-cinematográfica: creo firmemente que se debe reflexionar sobre el hecho de que una película, una vez realizada, es un producto al que hay que buscarle su mercado y asegurarle sus consumidores. Los productores deben permitir a los mercadólogos resolver el problema.
En el caso específico de Ladrones a domicilio, su afiche contiene un mensaje muy evidente, pero no sirve a los propósitos de vender o promover la película. Si se cuenta con un elenco conocido por el público: Manolo Ozuna, Johanny Sosa y Miguel Angel Martínez, esos familiares rostros debieron figurar como elementos centrales en el afiche.
Eso se llama Star System y Angel Muñiz lo sabe muy bien.
De cualquier manera, Ladrones a domicilio merece el respaldo del público en el entendido de que es un paso de avance en el proceso que vive el cine dominicano.

martes, agosto 12, 2008

Batman: tres etapas para un mismo súper héroe

Cuando reflexiono sobre el actual fenómeno de Batman, me alegra el hecho de que en dos de las tres etapas que ha atravesado la saga estén involucrados auténticos directores de cine.
Efectivamente, nuestro enmascarado comenzó de la mano de Tim Burton, de quien pienso que es un genio de la ambientación. Batman (1989) contaba con Michael Keaton como el héroe (que no el protagonista) y Jack Nicholson como el malvado Guasón. Costó unos US$35 millones (que no incluyeron el salario de Nicholson) y recaudó US$251 millones de dólares.
Con semejante éxito, Burton y Keaton fueron contratados para Batman retorna (1992) que co-estelarizaban Danny DeVito y Michelle Pfeifer. Costó US$80 millones y consiguió unos US$162.7 millones. Fin de la primera etapa.
Entró a escena Joel Schumacher, buen hacedor de películas, nunca me ha parecido un autor de cine. Trajo consigo otro Batman (Val Kilmer) y dos villanos en desgracia (Tommy Lee Jones como Dos Caras y Jim Carrey como Acertijo). Donde Burton dejaba oscuridad, Schumacher sembró bombillitas de colores. Le dio relativos buenos resultados: Batman forever (1995) costó US$100 millones y recaudó US$183.9 millones de dólares.
El siguiente paso fue cambiar de Batman y para eso reclutó a George Clooney. En Batman y Robin (1997) los reales protagonistas eran Arnold Schwarzenegger y Uma Thurman. Costó US$125 millones y apenas consiguió US$107.3 millones de dólares. Entonces, los dueños de Ciudad Gótica hicieron lo que debían: cambiaron el director. Fin de la segunda etapa.
El turno fue para Christopher Nolan, uno de los más sobresalientes nuevos directores en Hollywood. Con una visión oscura de sus personajes (¿recuerdan Memento?), Nolan está mucho más cerca de Burton y su perspectiva, que demostró ser la correcta cuando se lleva un cómic al cine.
También trajo consigo un nuevo Batman (Christian Bale), mucho más vulnerable, mucho más rico en matices sicológicos, al que sentimos más cerca que los otros. Un formidable personaje antagonista encarnado por Liam Neeson y resultados más que satisfactorios. Batman comienza (2005) costó US$150 millones y recaudó unos US$205.3 millones de dólares.
El caballero de la noche (primera película de la saga que no incluye la palabra Batman en el título) costó US$185 y ha desbordado todo pronóstico: más de $442 millones de dólares en recaudación, dentro del trío de las más taquilleras de la historia del cine.
Cuenta nueva vez con Bale como el héroe y (ojo que se repite la fómula) Heath Ledger como Guasón y auténtico protagonista del filme. El deceso de Ledger apenas unas semanas antes del estreno mundial, es un lamentable golpe de suerte para los mercadólogos del filme. Los resultados están a la vista de todos.
La etapa Nolan de Batman está llamada a seguir. Si hay un lujo que Hollywood no se permite es matar las gallinas de los huevos de oro.

miércoles, agosto 06, 2008

Tim Burton, creador de atmósferas

A riesgo de que me acusen de llover sobre mojado, quiero hacer una afirmación generalmente aceptada: Tim Burton es, sin duda, el mejor director de atmósfera del cine contemporáneo.
Cuando hablamos de atmósfera, queremos significar el logro de ambientar sus filmes con tal nivel de perfección que se nos olvida que la fílmica es una imitación de la otra realidad.
Los verdaderos artistas siempre crean mundos nuevos.
En efecto, Tim Burton sobresale por la excelencia con la que emplea los decorados, el vestuario, el maquillaje, las luces y todo elemento que contribuya a crear la atmósfera adecuada para los personajes del filme. Esto, independientemente de que se trate de una adaptación de cómic (Batman), una fantasía (Eduardo Manostijeras, Big Fish, Charlie y la fábrica de chocolates), de una novela o musical de terror (Sleepy Hollow, Sweeney Todd).
Lo cierto es que, detrás de cada fotograma se siente la presencia de un autor obsesivo por los detalles que sirven para acentuar el ambiente de sus historias.
Sobra señalar que sus proyectos requieren cuantiosas inversiones y que Tim Burton nada en las profundas aguas del cine de autor y la superproducción de Hollywood.
Burton goza de indudable prestigio en Hollywood, a cuyo stablishment le ha hecho más de un guiño (Ed Wood) y le ha puesto en más de un aprieto (Mars attacks).
Con la crítica de cine también su relación ha sido de amor y odio: algunos lo adoran por creaciones como Big Fish, casi todos lo detestan por fiascos como El planeta de los simios.
Pero nadie le rebate su talento sobrenatural para crear atmósferas. Y eso se agradece con la sonrisa del niño que llevamos dentro y que sale a divertirse cada vez que, en la penumbra de la sala de cine, las imágenes en movimiento convocan nuestros mejores sueños.

lunes, agosto 04, 2008

¿Hundirá Batman a Titanic?

Con sus US$43.8 millones recaudados el pasado fin de semana, El caballero de la noche (que es como se titula The Dark Knight en Dominicana) continuó en el primer lugar de las taquillas en USA, por tercera semana consecutiva.
Un total de US$394.9 conseguidos en sólo 17 días le ponen en la ruta de alcanzar los US$400 millones este mismo lunes.
Lo voy a repetir: alcanzaría los US$400 millones en 18 días. Sí, imaginaron bien: un nuevo récord para El caballero de la noche. En el momento en que redacto esta líneas, la marca está en manos de Shrek 2 que logró ese total en 43 días.
Dicen los especialistas que El caballero de la noche ha redefinido la noción de superproducción. No lo discuto.
De lo que se trata ahora es de seguir la trayectoria para ver si logra el récord de recaudación en toda la historia del cine que, como sabrán, lo tiene Titanic con sus US$600 millones.
En esta misma fecha, El caballero de la noche se convertirá en la octava película que forma parte del “Club de los 400”, formado por los siguientes títulos: El hombre araña ($403), Piratas del Caribe 2 ($423), La amenaza fantasma ($431.1), E. T. ($434.9), Shrek 2 ($436.5), Guerra de las Galaxias ($461) y Titanic ($600).
Es posible que Batman no hunda a Titanic, pero seguro que se lleva de encuentro un araña, un pirata, un galáctico, así como un extraterrestre y un ogro, ambos verdes. Imagino que de la envidia.