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martes, marzo 20, 2007

Babel: inventario de ausencias, pérdidas e intolerancia.

Desde el primer momento, el tándem Alejandro González-Iñárritu (director) y Guillermo Arriaga (guionista) me deslumbró por su extraordinaria capacidad para crear películas corales, es decir, varias historias que se nos cuentan paralelamente y que, en algún momento, se mezclan.
En 10 años de fructífera colaboración nos regalaron la llamada Trilogía del dolor: Amores perros (2001), 21 gramos (2003) y Babel (2006). Su pública ruptura, creánme, es material para otra crónica.
De estas películas podemos extraer varias constantes del ejercicio fílmico de González Iñárritu. Hay que destacar su excelente manejo de los actores profesionales: Gael García Bernal, Emilio Echevarría, Goya Toledo y Vanessa Bauche (Amores perros), Naomi Watts, Benicio del Toro y Sean Penn (21 gramos) y Rinko Kikuchi, Adriana Barraza, Cate Blanchet y Brad Pitt (Babel), así como de los que no tienen formación actoral.
Sus películas hablan de temas universales. Babel, por ejemplo, me parece que pone el acento en la intolerancia y la incomprensión del mundo de hoy.
Las familias de Babel, vistas como unidad básica de la sociedad y centro de la tensión dramática, están afectadas por una ausencia y/o una pérdida.
El matrimonio (americano) de Richard y Susan (Brat Pitt y Cate Blanchet) no ha enfrentado con valentía la pérdida de Sam, una ausencia por muerte súbita que causa total desequilibrio en su vida de pareja.
La familia (japonesa) de Chieko y Jasujiro (Rinko Kikuchi y Koji Yakusho) no mantiene buena comunicación desde el suicidio de la madre, lo que provoca una brecha generacional casi insalvable. La perspectiva de adolescente incomprendida de Chieko se agrava por su condición de sorda. Lanzada en frenética búsqueda de un macho que le disipe su problema de soledad encontrará el rechazo como única respuesta.
La relación de los hermanitos Yussef y Ahmed se verá afectada para siempre, a raíz de la adquisición de un arma de fuego en la familia Marroquí.
También están Amelia y Santiago (Adriana Barraza y Gael García Bernal), los mexicanos de la película, a quienes las patrullas fronterizas de Estados Unidos… Bueno, ya sabemos de lo que son capaces.
Pero se respira intolerancia en todas partes, nadie escucha estos personajes y tal parecen condenados a purgar sus errores con dolor, con sangre, con lágrimas.
A falta de una mejor descripción, quiero destacar el momento Almodóvar de Babel, cuando su director nos re-descubre Tú me acostumbraste, inmortal bolero de Frank Domínguez, como contrapunto a la acción del momento.
En definitiva, una formidable película coral que nos demuestra que el mundo es un pañuelo y que la auténtica maldición divina en la torre de Babel no fue la invención de los idiomas, sino de la política.

2 comentarios:

  1. Anónimo11:01 a. m.

    Ecelente comentario mi hermano, esa es la esencia de la pelicula en si. Aunque devo de señalar que a pesar que la Academia no le ha puesto la corona a Iñárritu todos sabemos que es un genio. En cuanto a Babel se refiere, creo que es una excelente pelicua porque pone en perspectiva la nocion de velar por los demas, ya que en si somos seres humanos y eso nos hace vulnerable en el tiempo y el espacio.
    Keep the faith.
    EC

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  2. Sin dudas una pelicula que marcara el cine de esta decada, la nueva version de LA TORRE DE BABEL,donde cada cual habla diferente lengua pero al final todos siguen siendo humanos.

    Genial D'Laura!

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