El encuentro con una nueva película de Almodóvar supone el encuentro con un nuevo exceso cinematográfico de este genio español. Un nuevo exceso que es también una fiesta para los sentidos. Volver no es la excepción.
Cuando hablo de Almodóvar me gusta recordar la precisión del Jurado del Premio Príncipe de Asturias en su declaratoria: “tanto por la maestría y sinceridad de sus realizaciones, como por la alegría y vitalidad de sus textos y, sobre todo, por la integración de sus raíces, que son las nuestras, en la sociedad de un planeta al borde de un ataque de nervios y a caballo de dos siglos”.
El efecto Almodóvar: mientras más español, más universal. Un auténtico genio.
Con Volver nuevamente nos encontramos con algunas de las claves de su cine:
-Postmodernidad: entendida como la exploración de las posibilidades dramáticas y narrativas del cine. Desde el mismo inicio, Almodóvar integra los créditos de la película como parte del sobrio escenario del cementerio. Volver es una historia que se cuenta a través de los ojos de los personajes: nos sentimos arrastrados por sus sentimientos.
-La oralidad: como sinónimo de la soledad e imposibilidad de efectiva comunicación de sus personajes. En el inicio se le habla a la tumba de la madre y, posteriormente, se visita a la Tía Paula, una Chus Lampreave más despistada que nunca.
-El bolero como detonante melodramático: en Volver se despacha a Penélope Cruz (merecido Premio en Cannes) doblada por Estrella Morante en una magistral versión flamenca del famoso tango de Lepera y Gardel. ¿Alguien se atreve a pedir más?
-Pasión por el cine: las películas de Almodóvar siempre contienen valiosísimas referencias cinematográficas: en Volver es “Bellísima”, el clásico de Luchino Visconti que protagonizó Anna Magnani en 1951.
Finalmente, el propio Almodóvar nos da la fórmula para descifrarlo: “En Volver se habla mucho, pero también se oculta mucho, se escucha mucho y, para ser una comedia, se llora mucho”.
Jose, no te dieron ganas de ayudar a Raymunda a meter a ese desgraciao' en el freezer? la verdad es que esa habilidad para arrancarte de tu asiento y hacerte parte de cualquier escena, la tienen solo los maestros como Almodovar...Crear a Raymunda y lanzarla al universo de personajes inolvidables, queridos y muchas veces extrañados...ese español es una joya...
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