El Cine Dominicano, en los últimos años, ha experimentado un renacer que todos anhelamos que sea definitivo. Hace mucho que los dominicanos hemos importado los sueños que los dólares nos permiten comprar. Pero los dominicanos también soñamos con un cine propio: un cine que nos represente como somos, con nuestros aciertos y nuestras contradicciones, con nuestros excesos y nuestras maravillas, con nuestros defectos y esa magia que habita en nuestro Caribe.
El 2006 arrancó bien temprano para el cine dominicano: el 9 de febrero se estrenó Un macho de mujer de Alfonso Rodríguez y con un elenco encabezado por Roberto Angel, Jochy Santos y Ana Karina Casanova. Esta comedia tuvo muy buena acogida del público y permaneció varios meses en cartelera.
El 26 de julio se estrenó Lilís, primera película de recreación histórica que se hace en Dominicana y que retrata el período de la dictadura del General Ulises Heureaux. Dentro del elenco de Lilís están: Juan María Almonte y Franklin Domínguez bajo la dirección de Jimmy Sierra. Muy poco respaldo de la críti ca y del público provocó que sólo estuviera 3 semanas en cartelera.
El 31 de agosto se estrenó Viajeros, de Carlos Bidó con un elenco que incluye a: Sergio Carlo, Nashla Bogaert y María Ligia Grullón. Esta película es vista como un apreciable salto cualitativo en términos de su realización y fue estrenada simultáneamente en Nueva York y Puerto Rico. Pero tampoco contó con el respaldo de la crítica y el público no fue todo lo entusiasta que se esperaba.
La Tragedia Llenas, filme dirigido por Elías Acosta y basado en la novela del mismo nombre, fue estrenado el 28 de septiembre. La crítica ha despedazado esta película por su flojo guión, a pesar de que recrea uno de los sucesos más dramáticos de los últimos años en el país. El elenco lo encabezan Frank Perozo y Sharlyn Taulé y el público tampoco ha asistido masivamente a las salas de cine.
Mucha gente se pregunta ¨¿Qué pasa con el Cine Dominicano?¨. Evidentemente hay que analizar algunos de los factores para 3 de los 4 estrenos del 2006 no hayan tenido masivas acogidas. La crítica especializada ha sido muy implacable con ellas pero, al margen de eso, hay una verdad irrefutable: esas películas no han gustado a la gente.
Cualquiera de los estrenos del 2006 tiene serios problemas en más de un aspecto de su producción, pero creemos que una de las mayores deficiencias a mejorar son los guiones sobre los cuales se han levantado los proyectos. Un axioma cinematográfico muy respetado es aquel que señala que de un buen guión puede salir una buena película, pero de un guión malo es prácticamente imposible que se logre un filme de calidad.
Muchos ven con preocupación el panorama en el entendido de que el público puede cansarse de que no le presenten películas que sean de su agrado, esto al margen de que sean comedias o dramas, y que termine desestimando cualquier propuesta cinematográfica dominicana y comprando su taquilla para cualquier clavo norteamericano, aún los rodados en Dominicana.
Pongo tres ejemplos: La fiesta del chivo, dirigida por Luis Llosa; Miami Vice, dirigida por Michael Mann y estelarizada por Colin Farrel, Jamie Fox y Gong Li; y The Lost City, una producción del conocido Andy García con libreto de Guillermo Cabrera Infante
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