Todo aquel que ejerce públicamente el triste oficio de la crítica de cine, tiene para estas fechas un compromiso ineludible: la entrega del Premio de la Academia de Hollywood (así es como quieren que llamen al Oscar).
La primera actitud era despotricar contra esa premiación porque, en varias ocasiones, las que se consideraban las mejores producciones del año ni siquiera estaban nominadas. Con mucho veneno, quien suscribe siempre esgrimía amenazante la larga lista de nombres fundamentales del cine (por ejemplo, Charles Chaplin) que nunca ganaron el Oscar.
Al cabo de los años (y mucha rabia consumida) he evolucionado a un estado de Deja Vu (por favor, no me recuerden el clavo con ese título): si es una fiesta del (negocio del) cine, gocemos la fiesta.
El Oscar es cada vez más predecible. A pesar de que en la entrega del pasado año, la Academia de Hollywood, en un gesto ultraconservador, sorprendió prefiriendo la excelente Crash a la gran favorita Brokeback Mountain.
Se hacen pronósticos de todo tipo. Se tejen conjeturas. También se hacen apuestas (sobre todo en Las Vegas).
Siempre que hablo de este premio puntualizo mucho su naturaleza: el Oscar es un premio gremial, es decir, lo entregan los artistas directamente vinculados al mundo del cine: actores, actrices, directores, técnicos y un largo etcétera.
Por eso, hay que ver el Oscar como la culminación de un formidable proceso de mercadotecnia (incluidas costosas campañas de promoción y mucho cabildeo) y no necesariamente el reconocimiento a lo mejor del año.
Así, mis pronósticos siempre han girado en torno a lo que creo que va a ganar y no lo que quisiera que ganara.
Mejor Actor y Actriz de Reparto: Eddie Murphy y Jennifer Hudson, ambos por Dreamgirls, la película con mayor número de nominaciones, pero dejada fuera de las categorías más importantes.
Mejor Actor: Forrest Whitaker por The Last King of Scotland.
Mejor Actriz: Helen Mirren por The Queen. Ella ha Ganado todos los premios entregados hasta la fecha.
Mejor Director: Martin Scorsese por Infiltrados. POR FIN, Maestro.
Mejor Película Animada: Cars.
Mejor Película: Babel, aunque quisiéramos equivocarnos y que sea seleccionada Pequeña Miss Sunshine, esa joyita del cine independiente que vuelve a demostrar que talento puede más que dinero.
De cualquier forma, el próximo domingo 25 de febrero, se celebra la fiesta más glamorosa del cine mundial, la entrega del Premio de la Academia, y la ocasión es propicia para brindar por el arte de nuestras pasiones.